Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

viernes, 28 de febrero de 2014

El pasillo


Es tan largo y brumoso el pasillo que debo atravesar
que se alarga la silueta de mi sombra
y no logro igualar su paso,
-solo sigo-
 transitando confundida.
J Eugenia Díaz

martes, 25 de febrero de 2014

Inventare mil historias

Cada año te inventaré mil poemas, tomaré
yo las letras de algún abecedario y en versos
o alguna narrativa, la  historia escribiré,
como fue que al mirarnos, nos quedamos inmersos.

Y después caminamos entre charlas y risas,
nos fuimos conociendo por la calle del puerto,
cómplice de esta historia, dimos pasos sin prisas
tocando nuestras almas disfrutando el acierto

que ha tenido el destino de unir nuestros sendero
cuando el aroma a mango impregnaba las calles
aquel verano intenso mezclándose ligero,
y entonces descubrimos el gusto y los detalles

que nos convirtió en sombra justo el molde perfecto,
tu sombra con la mía  el olor, tu piel y esencia
de mi cuerpo, nos cubrió  como mapa el trayecto
sensual de cada hueco, con  huellas a conciencia.

J.Eugenia Diaz

Dibujame

Dibújame en tu lienzo sin descanso
y píntame sonrisas permanentes,
descríbeme en tus versos utopías
con excelentes días alegres sin finales.

Dibújame corriendo por el campo
el pelo al viento
 y con mis pies descalzos,
píntame un nuevo mundo de colores para mi.

Atrápame un instante en la pintura
dejándome sentir esa frescura
que da la paz inmensa de los bosques
píntame sin descanso,
para  que la humedad no difumine
jamás mi historia.

Dibuja que se quede entre mi piel
el brillo de las gotas del rocío
y  que en el viento yo navegue
   a la deriva.

Píntame en ese mar de intenso azul
 que yo sea una concha mas en esa playa
o quizás pez color salmón
y que la sal del mar sean mis lagrimas
dibújame unos versos en mis alas
contando que ya vuelo por los cerros
y que soy libre como águila.



J. Eugenia Diaz

Viaje de reconocimiento

Si pudiera volar hacia el pasado
y al mencionar tu nombre,
salieran  mariposas
 y  pájaros que habitan en mi vientre,
con las alas pegadas por temores.

Si traer el pasado a la memoria
los pudiera impulsar al vuelo.

Despegaría las sandalias  del piso
para sobrevolar otro horizonte,
aquel que se  ha quedado en mis retinas
con el matiz del ocre  atardecer.

Te llevaría junto a mi
 en un  viaje de reconocimiento,
 y que unas  tus sentimientos
que habitan sosegados en el hueco
del alma esperando  abras la ventana

y vuelvas a sentir la sed de besos
 ansiosos y tímidos
bebiéndonos el alma.


J. Eugenia Diaz

Pausas de vidas


Me pierdo en laberintos con pausas en las fotos
prendidas del  colage con vida permanente,
ya sin color ni olor los recuerdos remotos,
los gestos en las caras, ausentes  del presente

que lucen como ofrenda los instantes de historia
entintados en sepia sin mutar su color,
me atrapan en el tiempo sin una escapatoria,
me hipnotiza el pasado con tanto resplandor.

Es como sumergirme con dulzura en abismos,
y el deseo de atrapar los destellos de antaño
que mueven la memoria siguiendo un espejismo
las veces que yo intento tomar lo que yo  extraño.

Pero solo me deja vacía apolillada,
con  rutinas sobadas rozando con los dedos,
como un ritual las fotos los fines de semana,

extraviada por horas sosegando los miedos.

J.Eugenia Diaz

No existe paraguas


No existe algún paraguas que proteja

las nubes de tormenta en la memoria
dentro de sus veredas va mi historia
nublada por la sombra que me aqueja.

Y escurren cada día como reja
de brumas por la alcoba sin euforia
estáticos perfiles ya sin gloria
esperan el descanso de mi queja .

Barbechando las calles desoladas
sin esas huellas viejas tan cansadas
que desviaron su curso con su fuga.

Al inundar con pena tan intensa
de vivencias terribles sin defensa
me llega la nostalgia y me subyuga




J.Eugenia Diaz

Como extirpar




Cómo extirpar el cáncer de mi ser

si ha invadido mi vida de repente
salpicando con gotas de su fuente
mis tripas,hasta hacerme retorcer.

Me sigue flagelando,sin ceder,
el constante desprecio de la gente
con la que trato recurrentemente
y me desilusiona por doquier.

De tanta bofetada recibida
dentro de este sombrío laberinto,
se ha formado un tumor en mis heridas

que supura congoja por lo extinto
e intenta desprender a puro instinto
                                   las costras que en mi vida están podridas.






J Eugenia Diaz

Volar y reinventarse

Se llenaron de plumas nuevamente sus alas
y tentativamente fue saliendo del nido
invadido de sombras
guiándose por los trinos,
 se ha unido a la bandada
en busca del sendero .

En su vuelo hizo pausas
para pizcar en brechas algún trozo de vida
que no produjo brote.

Y en su nuevo camino
va dejando simiente con otras sensaciones,
en busca de otros dogmas
que revelen lo oculto,
y así pueda  entender
 lo que va cosechando.

Al emprender el vuelo lleva la convicción
- volver a reinventarse-
dejar de ser mediocre
volar,volar,volar
construyendo otras  grietas
con otras actitudes.


Como ave diferente.

J. Eugenia Diaz

Sigamos el camino

A mitad de camino continuamos,
yo absorbiendo el aroma en tu bigote,
tú husmeando el perfume entre mi pelo.

Conversando del clima,
ante un café oportuno,
nos abraza la tarde.

Mientras, el perro ladra.

Y preocupada observo tu gesto fatigado
y pienso:
si existiera la magia
te pondría en los labios una luna menguante
para colgar en ella una sonrisa

Sigamos el camino señalado, 
sin prisas, 
aunque arrastren los pasos su tristeza.

J. Eugenia Diaz

Atrapado

Se oscureció la luz en tu mirada,
amputaste las alas de tu mente,
 al ingerir la droga en tu presente 
has dejado tu vida ya acabada.

Los surcos en tu cara lacerada
son señas de la angustia permanente
que sufres en tu jaula, cual demente
recluso en su memoria enmarañada.

Es cruel el purgatorio que caminas:
prefieres descansar en el pasado
que grabar el desprecio en tus retinas.

La soledad feroz te ha encadenado
un fardo de locura muy pesado
que no sabes salir de tus rutinas.


J. Eugenia Diaz

El celular

El ruido de la ducha se mezclaba con el barullo en la cocina.
 Malena apresurada terminaba su baño matinal dirigiéndose a su habitación, y frente al espejo cepillo su cabellera dándose también un ligero toque de maquillaje.

Enseguida se puso el uniforme del trabajo y unas gotas de perfume.

Tomo su bolso, y corrió a la cocina en donde su Madre ya le tenia preparada una taza de café y un pan con mermelada de fresa.

Mordisqueo el pan y dando un trago a su café, se encamino a la puerta con las llaves del coche en su mano se despidió con un beso de su madre.

Cuando estaba por salir llego su mamá para entregarle el teléfono móvil que había olvidado en la cocina, Malena no podía vivir sin tener su celular junto a ella.

Ese día dieron las ocho de la noche y Malena no llegaba regularmente ella estaba en casa a las siete.
Su mamá algo inquieta le marco a su celular, sin obtener respuesta después de tres intentos no quiso insistir más.

El televisor estaba encendido en el programa de noticias de la noche, mientras  la mamá de Malena iba de un lado a otro por la casa doblando ropa y dando los últimos toques a la cena.
 De pronto escucho la noticia de última hora sobre la volcadura de un coche compacto color gris, en el que lamentablemente  había perdido la vida la conductora y en una de sus manos sostenía un celular.


(Las autoridades dieron por echo que el venir hablando por el móvil  había sido  el motivo del accidente .)

J.Eugenia Diaz

Mutando

Satisfecho en el parque,
aquel árbol anciano
cubierto de corteza
por marcas de la guerra cotidiana,
mutando sus colores
por brazos amputados.

Se mece con las horas y disfruta
los cambios en su brote
que destellan verdor en el espejo

hasta sus años mozos,
Moviéndose en la hierba junto a las margaritas.

J Eugenia Diaz

Cautiva

Se desprenden las hojas del verano renuentes
con tintes de nostalgia y unidas se hacen lecho
mientras el viento juega con ellas satisfecho
y lleva remolinos de otoños imponentes

Al ver el panorama me hace sentir tan viva
tan sujetada al piso por mis muchos temores
y me viene el recuerdo de tu amor sin rencores
haciéndome sentir sin alas aún cautiva

Detrás de la vidriera que opaca sentimientos
vestida con apegos sin traspasar los muros
con inviernos presentes y sin planes futuros
con flaqueza que asquea y entinta los cimientos

Regreso por mis pasos y emigro a la rutina
de observar el reflejo de arrugas tan vacías
en un rostro extraviado con sonrisas umbrías
que respira cerrojos a lo que contamina.

J.Eugenia Diaz

Cuanto silencio

Cuanto silencio habita aquí en tu entorno
estando acompañada de un tumulto de seres
que descansan,
como ya es la costumbre dialogo con el viento
que desliza mi voz por grietas de granito.
Hoy te quiero decir
que haré una introspección hasta tocar la llaga 
que me esta consumiendo,
quizás logre salir de la prisión
y sacudir el raro efecto
que me provoca el ser sobreviviente
de sentirme tan muerta sin estar sepultada.

-Ayúdame-
señálame el camino en esta tierra
que tan constante gira
si logro incorporarme desdoblaré mi alma
sostendré con muletas las palabras lisiadas
para que al fin renazcan como lluvia
y alejen de mi mundo descuadrado
tantos soles oscuros.

J. Eugenia Diaz

Sin misterio


Se humedecen mis pies en cada paso
que doy sobre las piedras,
y tu imagen resbala como gotas de lluvia
en el frágil olvido. 

-Y me voy sin misterio-

Pídele a las paredes si me añoras
que regrese hacia ti algo de mi fragancia
y busca en las fisuras de la mesa
del café de la esquina
un poco de mi aliento.

Y sobre las baldosas
que están cubriendo el parque
no busques mi silueta dibujada,
pues mis alas crecieron
y hoy vuelo como un soplo de luz en libertad.

Y con seguridad
empiezo a trascender.

J.Eugenia Diaz