Se me fugan los sueños entre los dedos flacos.
Desnutrida de afectos, me abrazo de mi alma
y retomando el viaje
me alejo para siempre.
Libre de los apegos acepto las ausencias
y yo misma me digo
si has nacido sola
sola vas a morir.
Quizás alguien recuerde la fuerza de tus alas
o de tus pasos torpes que tropezaron siempre
con piedras del camino.
Yo sé que algunas fueron especiales
pues las quisiste mucho
y tropezaste más de una ves con ellas
¡Ay! mujer
has sido muy confiada,
ya ves
cómo duelen los golpes de las piedras que amas.
Mejor te fugas tú y no tus sueños.
J.Eugenia Diaz M