Si pudieras leer en mi mirada,
te asustaria la muerte que llevo
y el enorme costal lleno de piedras
húmedas por la lluvia de mutismo
Verías que la noche me oscurece
y enmudece mi cuerpo en abandono
al navegar en mares de la nada
sin un itinerario ni algún faro.
Que me corto las venas cada día
y vuelvo a renacer en el reflejo
del estúpido espejo sonriente,
con cascadas saliendo de mis ojos.
Tengo rabia a la vida que patea
mis sueños y trasero sin reposo,
haciéndome vivir en las espinas
de la maraña gris de mi presente.
J. Eugenia Díaz M.
Un triste sentir , a veces la vida agobia , pero a pesar de ello llegará el momento en que ese corazón respire un alivio, en el amor de Dios siempre tendremos refugio gratis.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Gracia Meulen, por tu compañía, tu tiempo y cálido comentario.
EliminarAbrazos.
El dolor se refugia en tus letras, versos tristes que desgarran , aún así, yo veo un destello de luz en tu ser, un destello que me inspira.
ResponderEliminarMucho cariño para ti mi apreciada amiga.
Querido Jorge, te agradezco tu paso y el abrazo de tu comentario. Un abrazo, que estes bien.
EliminarUn poema desgarrador, espero que haya purgado algo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Xan Do Rio, es un gusto tener tu compañía y si, este poema aligero algo el peso.
EliminarSaludos, un abrazo.
Siento tristeza al leer tu estremecedor poema.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Conchi, agradezco tu paso y al hacerme saber que te movió el sentimiento estos versos.
EliminarAbrazos.