Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Te anhelo


 

Te llevo en mí, té siento en cada paso que doy

siempre estás en mis sueños, haces que te acaricie

como a el oso de felpa que acompaña mis noches,

juegas con mi deseo de apagar mis estrellas

dejándome en espera.

 

Con un aullido triste en mis labios cerrados

yo te quiero decir que pondré sol a mi alma,

lograre que  detengas el tic-tac del reloj

para darles mordiscos a las nubes

y poder reposar en tu almohada de niebla.

 

Ya deja de brincar entre las cruces

¿acaso no me ves porque hay muerte en mis ojos?

porque llevo en las manos solo nidos con ramas

sin polluelos ni trinos.

Llévame no te temo, termina ya este andar

húmedo por ausencias.


Eugenia Díaz M.

25/11/2020

lunes, 9 de noviembre de 2020

En espera, sin muletas

 

Se sigue apolillando la muleta 

que sostiene mi paso cuesta arriba.

De ella caen vocales al pozo del olvido

y quedo estacionada en tiempo muerto.


Mientras estoy en esa espera, el scrabble

me ayuda con palabras para activar la mente

y no olvidar los versos y las rimas.


Quizás cuando rescate los minutos 

pueda armar un poema,

o lograr construir un puente reforzado

para poder correr sin pies mordidos

y fugarme entre letras y vocablos.


Espero no morir en el intento

y soltar las esposas antes de que se sequen

mis neuronas.



J. Eugenia Diaz M.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Ya no importa el atasco.


Hace cuarenta y cuatro años te dije
que te amaba. Tomados de la mano
me ayudaste a quitar las aves muertas,
a ver  el sol en  día brumoso
me diste tus sonrisas  y llenaste
las grietas de mi mente.

Esta mañana fresca me despertó tu abrazo
me acurruque sintiendo
la cálida presión de tu refugio;
sin que te despertaras te susurre
un te amo.

Fue entonces que me dije:
que no importa el atasco si aquí estas.
Insistente cerrándole las alas a mi tiempo,
total, llevo ya muchos huecos en mis bolsillos
como abismos profundos.

 El tiempo se nos va, seré paciente
ya estoy acostumbrada a tu bipolaridad
a tus ronquidos fuertes, tus manías.
Caminare contigo por el parque,
me sentare en silencio viendo pasar el mundo
escuchando quejarte de la vida.

No quiero que te mueras o morirme
Y llevarme la culpa de rechazar las horas
que pudimos vivir.
 


J. Eugenia Díaz M.