Te llevo en mí, té siento en cada paso que doy
siempre estás en mis sueños, haces que te acaricie
como a el oso de felpa que acompaña mis noches,
juegas con mi deseo de apagar mis estrellas
dejándome en espera.
Con un aullido triste en mis labios cerrados
yo te quiero decir que pondré sol a mi alma,
lograre que detengas el tic-tac del reloj
para darles mordiscos a las nubes
y poder reposar en tu almohada de niebla.
Ya deja de brincar entre las cruces
¿acaso no me ves porque hay muerte en mis ojos?
porque llevo en las manos solo nidos con ramas
sin polluelos ni trinos.
Llévame no te temo, termina ya este andar
húmedo por ausencias.
Eugenia Díaz M.
25/11/2020