Te expulso de mi centro, mi fantasma,
te saco al extranjero cuerpo que ve el mundo,
percibe el equilibrio que nos brinda
el yoga y el tai chi
Querían verte con vida.
Camina muy sonriente con ritmo en tus caderas
y reto en la mirada. Ve cerrando las bocas
que a tu paso abrirán y degústalo lento,
como un postre muy dulce.
Ve sorprendiendo a todos,
a los que no recuerden lo fuerte que tu eras
y no bajes los brazos, aunque vayan tus pasos
sobre un delgado alambre.
Dale pelea al mundo y a los que se te enfrenten.
Respira el aire nuevo.
Que tu grito se escuche como cuando eras niña,
únete a las gaviotas y golondrinas muertas
para ser mi tótem y empuje en la palabra
de sîlabas inertes.
Que no te atemoricen los ojos encimados.
Cúbrete con la capa sutil de indiferencia
y afila bien tus dagas, ya no eres un espectro.
J.Eugenia Dìaz M.
Amiga Eugenia,
ResponderEliminarMe gusta verte fuerte y luchadora...Sin dejarte amilanar por nada ni por nadie!
Per cierto también quiero apuntarme al yoga y sobretodo al tai chi...
Un eso grande , bonita.
Holaa hermosa M. Roser.
EliminarSon excelentes disciplinas el yoga y el tai chi ahora las practico primero por indicación del traumatòlogo y después por que me gusta, aunque me gusta mas el aerobics,zumba y acondicionamiento físico pero por problemas en mi columna ya no puedo practicarlos.
Gracias por pasar y dejarme tu huella.
"Que tú grito se escuche como cuando eras niña" Un poema que resalta el sobreponerse a la adversidad. La fuerza está en tu interior.
ResponderEliminarHola Osvaldo, gracias por pasar y dejarme tu huella.
EliminarAbrazos.
Un bello y equilibrado poema...
ResponderEliminarSe aprecia que el tiempo hace su trabajo!
Abrazos Eugenia.
Hola Ernesto, el tiempo o nos ayuda o nos aniquila depende de la actitud y de las diciplinas que se uno se imponga.
ResponderEliminarSaludos con un fuerte abrazo.