Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

lunes, 13 de junio de 2016

Pagando la factura.

Son esos cuartos pisos dentro del hospital
minando la salud junto con la esperanza,
algunos pagan karmas, otros sin un motivo
se van desintegrando lentamente.

El tiempo es implacable
y nos congela en una larga espera,
con voces silenciadas por espinas pinchando
el alma con susurros de conciencia tardía,
postrados en el lecho,
o detrás de las rejas de nuestras consecuencias.

No hay hilo que remiende lágrimas provocadas
ni el daño que provoques a terceros
ni túnel de regreso a un horizonte, carente de aflicciones.

Si sigues existiendo
tú debes de luchar igual que una crisálida,
dejar la soledad que te mantiene atado
y desplegar tus alas con la mente.

Cuando haya pasado ese tiempo preciso
y puedas liberarte
volar hacia las nubes respirando aire puro
y tú puedas morder las hojas a tu paso
y sientas alejarse la dualidad secreta
que tienes escondida, creciendo junto a ti,
dentro del mismo hueco de tu cuerpo.

En ese cuarto piso
camina con los dedos sus paredes, 
míralo como un bache bordando realidades
con que puedas partir, ve eliminando el eco
de ese intenso deseo de morir

Solo hay que hacer conciencia
que unos mueren por nada
otros pagando culpas.

Siempre el tiempo y la muerte
nos pasan la factura.

J.Eugenia Diaz M.