Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Llueve.

Llueve, y en el camino, solo a mí me humedece
el cuerpo y la memoria.
Me observan a mi paso la anciana, algún joven
y el chiquillo curioso, al verme humedecido
mientras ellos se guardan del tiempo y la tormenta.

No quieren reflejarse en charcos de la calle,
de los que brotan huellas de veranos remotos
mas yo sigo adelante, quizás tenga la suerte
que un socavón me trague.

Me provoca sonrisas, la lluvia que insistente
quiere mojarme el alma,intenta suavizarla
pero mi piel curtida no logra darle acceso,
además ya soy agua pero estoy congelado.

Y yo deseo  tanto que las gotas
 me disuelvan completo,

para nutrir senderos con mi historia.

J.Eugenia Díaz M.

jueves, 19 de octubre de 2017

Si pudiera

Si pudiera dejar en tu mirada
un rayito de sol y en tu boca  el almíbar
alejando lo amargo,
pedirle a la neblina suprima de tus ojos
todo el dolor y el hambre que golpean tus días.

Si pudiera dejarte en tus labios la luna
y el calor de mis brazos en tu piel
quitaria  tu pena y tanta soledad.

¿En dónde te quedaste?
¿En qué estación de vida te me pierdes?
cuando me ves sin verme y quedas divagando.

Se fueron de tus manos las aves de tus sueños,
se te rompió el cristal
y tú al igual que él quedaste destrozado
navegando en espacios del ayer
como un pequeño niño,
en un cuerpo de adulto.

Si pudiera sacarte la semilla de  vida
que tienes insensible, trataria de acercarte
a la vida presente.

J.Eugenia Díaz M.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Yo,otoño

Soy otoño, ocre, gris y lluvia helada,
soy un ramo de flores secas de panteón,
la banca solitaria de algún parque,
esa calle mojada que se observa
a tragos de café.

Soy otoño de aromas a pan tierno,
a plumas de las aves que emigran a mi paso.
No  envidio su color  al arcoíris 
porque dentro del gris se aprecia el blanco
de una gaviota inquieta.

Soy postal de nostalgias,
en el reflejo quieto de la luz del farol,
en el contraste triste del árbol que se muere
y a sus pies brilla intenso lo que fue su follaje.

Soy otoño que esparce con su viento
las flores sin besar,
los sueños malogrados,
soy el vino que alivio a las personas
después de la tormenta.

Soy algo que fue vida
que hoy tiembla como el moho esperando el invierno.

J.Eugenia Díaz M.