Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

sábado, 26 de abril de 2014

Cuesta arriba

Cuando hemos caminado un buen trecho de la vida,
se queda en algún hueco de una esquina, las notas
de la canción mas triste que te dejo tan rota,
y en la banca de un parque la mirada perdida.

Y sigues la tarea de tu destino herida
cuesta arriba  llevando tu osario de pelota,
como un jodido juego por horas que acogotan,
aún sin epitafio esperando la salida.

Por esas calles solas se instala tu  presencia
y en el añejo moho se queda como costra
la vivencia indigente de un alma que se postra
y saca lagartijas limpiando su apariencia.

Y sigues de subida el sendero con paciencia
para salir de tú purgatorio con derrota
y así quedar en calma permanente, sin sombra
que revele ni espejo  refleje tu existencia.


J. Eugenia Diaz M

jueves, 24 de abril de 2014

Cuando sean padres...




Para ti;

que aún no eres padre o madre.
Tu sabes lo que piensa una madre
cuando se queda absorta mirando el horizonte,
en la hora mas azul de la mañana,
con vehemencia pide al lucero
que a sus hijos les brinde el milagro
de que algún día puedan ser padres
del ángel mas hermoso
que Dios preste en su vida.

Vas a entender entonces
el temor de ser padres
porque no existe escuela y se aprende de día
y en noches de desvelo
se aprende junto al hijo con un sinfín de errores
pero esos los borramos o al menos intentamos
con un abrazo tierno y un beso cuando duermen
diciendo muy quedito
perdóname mijito/a

Es que te amo tanto
tu corazón y el mío latieron muy unidos
y hoy que sueltas mi mano y cuna de mi pecho
me siento confundida
siempre serás mi niño/a
no olvides mis cuidados
y entiende mis errores
el día….
el día que tengas hijos.

J.Eugenia Diaz M.

miércoles, 16 de abril de 2014

Compañera de... viaje



Ya pedías descanso
 Y un poco liberarte de algunos textos tristes
te observaba en espera silenciosa
una capa de polvo ya te estaba cubriendo.
Y yo,  también cansada,
 extrañando tú luz
 la que impulsa a  mis letras
tú llamado esperaba,
un simple coqueteo para animar mis dedos
y acariciar tus teclas,
y cantar en mis versos lo que duele
la vida.
Aquí vamos de nuevo
ya le diste boleto
 para viaje a mis letras,
que vuelen y se alejen,
que crucen las fronteras conquistando lectores,
quizá se identifiquen
o den vuelta a la hoja.

Compañera de andanza, de silenciosos días
te sigo acariciando
y tú,
 tú me abres la ventana.


J.Eugenia Diaz M.

sábado, 5 de abril de 2014

Esos extraños

Ahí estamos debajo
de varias gruesas capas de temor
yo te veo y me observo,
en esa fotografía  cansada
y ajada por los años transcurridos,
con  rostros tan   radiantes
y sonrisa de luz.
Yo le pregunto
 a esos extraños como los encuentro,
cuanto debo excavar
 en esa sepultura  que se encuentran,
 y que sientan el sabor  de sus días,
la dulzura de un beso sin la sal,
 la confianza de un niño
adentro de sus almas.

Se  fue la juventud,
se nos fue y hoy cansados
recuerdo nuestro inicio,
caminando ilusiones de algodón
viviendo realidades sobre espinas.

 No se como encontrar ese camino
que nos regrese
mis manos tan heladas ya sin fuerza
solo hurgan cicatrices
sin llegar a la esencia,
de esos extraños sonriendo.


J. Eugenia Diaz,

jueves, 3 de abril de 2014

El ave del suspiro

El ave del suspiro sobrevuela
por el mismo camino,
con anhelos enviados sin retorno,
sus alas en el viaje van chocando
con señas del destino sin respuesta.

Y sobre las paredes ve deslizar las horas
que se pintan de gris,
y da vueltas y vueltas,
buscando  al terminar la calle,
el reflejo del mar
que le indique en sus olas,
 el mapa de la vida.

Y le anime ha volar
con aires de su risa
y sacudirse
de insectos que carcomen
su presente
con  brumas de suspiros.


J. Eugenia Diaz