Debajo de mil velos escondes sentimientos
de una mujer madura que va sufriendo rota,
con partes incompletas dañando sus cimientos,
congelada por dentro por la pena remota.
Con las manos vacías el corazón helado
y un amor silenciado guardas en tu memoria
las piezas destrozadas de un puzzle inacabado
y el tiempo devorando mañanas con historia
guardas también anhelos por traer al presente
trocitos del pasado aunque estén sepultados.
Te falta ese pedazo que te arme finalmente
la sonrisa del sur con ojos asombrados.
Vuelve a formar momentos permitiéndote amar,
con ternura y malicia déjate despertar.
J.Eugenia Diaz M.
mayo/2017