De recuerdos de la infancia
rescato gratos momentos,
como de risas y cuentos
ratos de feliz vagancia.
Con mi hermanito en la estancia
aprendí a jugar balero,
a resortera con cuero,
a montar en bicicleta,
también a volar cometa
siempre fue gran compañero.
Se terminaba la avena
de mi plato en la mañana
y me daba su manzana
removiendo mi melena.
su voz era muy serena
era tranquilo al andar
listo para trabajar,
me enseñó a ser muy valiente,
a no llorar cuando hay gente
nunca pedir y callar.
J.Eugenia Dàz M.