es dolor que latiga los instantes sin tregua
y roza como espinas el hueco de mi vientre
y escalda la mitad del corazón
que persiste en latir sin un buen ritmo
que con la vida rime
soy la madre que llora y con lágrimas fabrica
unas alas que pesan anclándola al pasado
de una perdida guerra
que junta sus cenizas y transita de nuevo
en cuerpo de una extraña con sonrisa perdida
y sigue en el camino amputada del alma
que paso por mi mente el deseo de vengarme
o quitarme la vida
pero unas manos tiernas
y unos ojos verdes que tristes me miraban
me aterrizaron toda en sus cálidos brazos
cobijándome en ellos para esperar unidas
aquella mariposa que viaja eternamente
y pasa cada tanto dejándonos virutas
del polen de los cielos
aquella mi sonrisa esa que no imaginas
era como la luz del farol en mi casa
apaciguaba penas consolaba sollozos
y era paz en las guerras
con caña de pescar trato de rescatarla
amigo, compañero y maestro
no tienes mariposas porque ellas se han fugado
y vuelan adornando mi cielo encapotado
son como lucecitas que alejan mi tristeza
latidos del ayer unidos al presente
J.Eugenia Dáz M.