Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

martes, 28 de enero de 2020

¡Vive!


Reparando las grietas del cuerpo y de la mente en esta etapa de la vida que la mencionan como la tercera edad, me puse a analizar algunas cosas que nos van derrumbando en el camino.
Como las críticas que poco ayudan a las mujeres de esta edad, si te enfermas y lo mencionas tiendes a cansar a los que te rodean, sí no dices que te sientes mal para no preocupar piensan que eres egoísta y no piensas en ellos.
Hay ocasiones que comienzan a tratarte como niña que no sabe cuidarse es entendible su preocupación porque no es nada grato tener a alguien en cama o inmovilizado ya que eso implica sacarlos de la rutina para apoyar, pero esa actitud hacia nosotras perjudica más que ayudar porque nos van haciendo inseguras y dependientes y si tú te dejas manejar va a llegar el momento en que no pondrás un pie en la calle si no vas acompañada.
Muchas mujeres tienden a dejarse manejar por comodidad, pero eso amigas mías es boicotearse ustedes mismas es necesitar un bastón para hacer cosas que antes hacían felizmente seguras, quizás ahora lo hagan un poco más lento, pero pueden seguir haciendo sus actividades, aunque las tengan como una mujer de la tercera edad.
Si antes solías hacer ejercicio aeróbico como correr o hacer zumba y ahora por problemas en tu cuerpo ya no puedes cambia de actividad camina o has yoga y si te queda tiempo ve a clase de alguna manualidad, no te oxides encerrándote en casa y enfermándote cada día más, créeme que se puede todo esta en la mente no le permitas  entrar en el proceso del envejecimiento prematuro dicen que la edad esta en la mente.
Solo tú puedes hacerlo nadie más lo hará por ti.
Detente un poco a pensar en como vas pasando a un segundo plano, aunque te digan los hijos que eres lo mas importante en sus vidas.
Daté cuenta que ahora en el primer plano entras tu porque ya les disté a tus hijos tu tiempo y necesitas retomar las riendas agarra aire, has un plan de calidad de vida para beneficio tuyo y el de la gente que te ama, pero recuerda que tú también debes amarte para lograrlo.
Cuantas veces les estas contando tus cosas y ellos cambian la platica o se levantan para ir a hacer alguna cosa, ya no eres la madre de aquel niño-ña de 5 años para el que eras su mundo o su heroína en el que eran todo oídos aprendiendo de ti y se aferraban a tu mano temerosos en la calle o se abrazaban a tu pecho en las noches para dormir tranquilos.
Ahora no conoces ni a sus amigos-as si acaso en alguna fotografía y de ellos sabes solo lo que consideran pertinente comentarte o cuando tienen algún problema.
Pero es parte de su vuelo y libertad. Por supuesto que existen excepciones felicitaciones a quienes han logrado que sus hijos sigan teniendo en ustedes la misma confianza de cuando eran pequeños.
Trata de hacer las cosas que te hacen sentir satisfecha y feliz, vístete como te gusta que no te importe si te dicen que te ves mal o ridícula si a ti te hace feliz ponerte un collar de piedras grandes fosforescentes o una blusa larga de cuello mao con mallones date el permiso de hacerlo porque eso es lo único que nos llevaremos al morir.
Píntate el pelo, maquíllate si es tu gusto hacerlo el que lo hagas no te quitara ser la adorable abuela que eres si es que tienes nietos, disfruta la lectura de un buen libro o ponte a preparar delicias en la cocina ahhh pero no te hagas esclava de la cocina recuerda que debes salir y sacudir el oxido acumulado por las preocupaciones y los años.
¡Vamos anímate si se puede!


J.Eugenia Diaz M

domingo, 19 de enero de 2020

Jesús yo confío en ti


Amamos al creador con su grandeza
es nuestro salvador y agradeciendo
su perdón en este mundo ya muriendo,
le pedimos su ayuda con presteza.

Muéstranos tu dulzura y tu belleza
que en tu creación tu estés viviendo
y que el amor por ti siga creciendo,
cúbrenos con tu yelmo y tu pureza.

Tu eres un ser supremo mi señor,
tu obra es inigualable tan perfecta
y míranos mi Dios que es lo que hacemos

con toda la riqueza y resplandor
que has dado a nuestra vida imperfecta.
De tu mano a tu reino llegaremos.



J.Eugenia Diaz M.

domingo, 12 de enero de 2020

Gracias, a tantas cicatrices.


Aprendí a dar las gracias a todo lo roto en mi
a tantas cicatrices que me hicieron crecer
de adentro para afuera,
a las cosas calladas que hicieron explosión.

Recogí los pedazos doliéndome los brazos
y me abrace tan fuerte hasta escuchar la risa
de la pequeña niña hoy ya mujer madura
y le dije, ¡te admiro!
no más explicaciones,
no permitas que apaguen el pequeño fulgor
que te guía a las sombras de todas tus etapas.

Ahora que regresas y has crecido,
no te apenen los restos que yacen a tus pies
son del frágil capullo que siempre te sostuvo,
cuando el dolor te iba haciendo subir.
Quédate, cree en ti no te pierdas en silencios,
reconoce el sonido de tu voz.



J.Eugenia Diaz M.

lunes, 6 de enero de 2020

Leonora y sus peticiones


Leonora está preocupada
por su zapatito roto
y sin hacer alboroto
decide esperar sentada.
La visita tan ansiada
de unos reyes misteriosos
con sus regalos preciosos,
tiene en sus manos la vela
de la virgen de su abuela
y unos ojos temerosos.

En su carta ella les pide
un pan y leche caliente
para algún niño indigente
que lo abriguen y lo cuide.
Y que a los demás no olvide
están bajo los cartones
sin luz en sus corazones,
dejen brillo en su mirada
por su suplica escuchada
devuelvan sus ilusiones.



J.Eugenia Diaz M.