Siento que se le va bajando el ritmo
a ese tic tac continúo que me llena de vida
y me asusta, me duele, me sofoca y marea.
Y aunque no quiera yo,
de a poco, lentamente, quizás ya me estoy yendo
como se nos va mayo,
quedando en el camino como una margarita,
sedienta y deshojada.
Ay, corazón blandengue, te noto muy cansado,
ha llegado tu otoño, crujes como hoja seca,
con cualquier emoción mi pecho lo presionas.
De que me sirve entonces, lo que yo te oxigeno,
con una dieta sana y una hora de ejercicio,
si tu lento latido se queda en mi garganta.
Y me haces repasar en "filme" mi existencía
como una burla cruel.
No jodas con tus cosas. Si quieres aditivo
te voy a dar de más, para que normalices
tu vigor y color.
J.Eugenia Diaz M.
27/05/2016