Como porteña que soy
caminaba por la plaza
en las mañanas de otoño.
He visto doblar la palma
con viento fuerte del norte.
De noche y de madrugada
escuchaba las sirenas
de barcos en retirada.
Me gustaba contemplar
el regreso de las barcas,
cargadas de peces frescos
también jaibas en sus trampas
y cestas con camarones.
Al terminar su jornada
a pescadores cantando
al arribar a la playa.
Como porteña que soy
camine en tierra mojada
por el mar en la ribera
hasta quedar colorada,
he bebido agua de coco
con pescado con patata,
caldo de jaiba y cóctel
de camarones en casa.
Me gustaba ir a remar
me sentía muy relajada
como una libre gaviota.
Nunca asistí a una fogata
o a lunadas en la noche,
me recostaba en la hamaca
para disfrutar la brisa
que entraba por la terraza.
caminaba por la plaza
en las mañanas de otoño.
He visto doblar la palma
con viento fuerte del norte.
De noche y de madrugada
escuchaba las sirenas
de barcos en retirada.
Me gustaba contemplar
el regreso de las barcas,
cargadas de peces frescos
también jaibas en sus trampas
y cestas con camarones.
Al terminar su jornada
a pescadores cantando
al arribar a la playa.
Como porteña que soy
camine en tierra mojada
por el mar en la ribera
hasta quedar colorada,
he bebido agua de coco
con pescado con patata,
caldo de jaiba y cóctel
de camarones en casa.
Me gustaba ir a remar
me sentía muy relajada
como una libre gaviota.
Nunca asistí a una fogata
o a lunadas en la noche,
me recostaba en la hamaca
para disfrutar la brisa
que entraba por la terraza.
J.Eugenia Dìaz M.