La vida se desliza como un rayo de luz en la oscuridad, para dejarnos en el inicio de un laberinto, donde nos detenemos sin saber si entrar o quedarnos hechos un ovillo, porque presentimos que puede llevarnos hasta sus raíces y atraparnos junto con los ángeles y demonios de nuestros antepasados.
Mientras nos encontramos indecisos en la entrada, nos impulsan y caemos. Unos de pie, otros de cabeza y hasta de culo. Al irnos deslizando, poco a poco, la vida nos va desintegrando el cuerpo y la mente con que fuimos creados, en partículas que se van quedando en el fondo, en el punto final donde volvemos a ser nada.
La oscuridad nos envuelve, nuevamente, en un placentero frío donde flotamos sin una coordenada. Somos un punto que gira siguiendo el atrayente tintineo de la muerte, que se acompaña de pequeños destellos coloridos, simulando la ciudad de noche en la que nos perdemos.
Mientras nos encontramos indecisos en la entrada, nos impulsan y caemos. Unos de pie, otros de cabeza y hasta de culo. Al irnos deslizando, poco a poco, la vida nos va desintegrando el cuerpo y la mente con que fuimos creados, en partículas que se van quedando en el fondo, en el punto final donde volvemos a ser nada.
La oscuridad nos envuelve, nuevamente, en un placentero frío donde flotamos sin una coordenada. Somos un punto que gira siguiendo el atrayente tintineo de la muerte, que se acompaña de pequeños destellos coloridos, simulando la ciudad de noche en la que nos perdemos.
J.Eugenia Díaz M.
Es ley de vida amiga...Por el hecho de nacer, ya espezamos a morir un poco...Pero por el camino nos vamos enriqueciendo, con sentimientos y experiencias gratas!
ResponderEliminarUn beso grande, bonita.
Saludos mi querida M. Roser es un gusto tener tu grata compañia en mis trabajos.
EliminarBesos, con cariño