Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Un cachorro caminaba

Glosa.

Un cachorro caminaba
débil, flaco y extraviado
con tristeza me miraba
se veía muy asustado
1)
No me pude contener
del piso lo he levantado,
nadie lo ha de haber notado
lleva días sin comer.
Me ha logrado conmover
ver que la gente pasaba
que nadie lo rescataba
el solo queria  comida.
Con su panza dolorida
un cachorro caminaba.

2)
Lo he tenido que bañar
para que fuera aceptado,
se le mira tan cansado
que causa mucho pesar.
Me lo tuve que llevar
pues estaba abandonado
triste y en muy mal estado
y es que lo quise ayudar
cuando lo vi caminar
débil, flaco y extraviado.

3)
Me he tenido que enfrentar
en casa con mis perritas,
mis chihuahueñas bonitas
que han ladrado sin parar,
cuando me vieron entrar
porque en brazos lo llevaba,
mientras él solo temblaba
esperando se le admita,
envuelto en la cobijita
con tristeza me miraba.

4)
En casa me han exigido
que lo ponga en adopción
yo no tengo corazón
y a mí no me han convencido.
"Que no" les he respondido
y es que nadie lo ha aceptado,
se le nota muy cansado,
en la calle hubiese muerto
con  ese futuro incierto
se veía muy asustado.

J.Eugenia Diaz M.

martes, 6 de septiembre de 2016

Se van desmoronando.

Estamos en la fila para el último viaje
 lo he sentido en la piel y en tu opaca mirada,
 con los preparativos de tanto papeleo.

Lo triste es que nos vamos cargados de demonios
por las guerras perdidas.
Con huecos en las manos y genes amputados,
almas peregrinando y anhelos inconclusos.

Tomados de la mano seguimos el sendero
ya con pasos cansados, sin luz en nuestros ojos
por la lápida helada que sofoca latidos
en sus torpes intentos de dar vida  al presente.

Solo la vieja casa dará fe de la historia
de estos soñadores que tanto trabajaron
por tener su familia con mucha descendencia,
ver nuestra mesa llena de hambrientos comensales.

Las lagrimas amargas  se deslizan sin cauce
y van desmoronando nuestra efigie de barro
convirtiéndola en lodo.
Tan solo lo que resta es preparar valijas
empacando tesoros y experiencias.

J.Eugenia Diaz M.