Como todas las noches saboreando un café
de tu mirada caen una y mil decepciones,
viendo hacia el infinito recorres esos campos,
que labraron tus manos para plantar simientes
anhelando sus frutos.
Te observas apagado los callos de tus manos,
te dueles de la espalda y de tus piernas,
que quedaron sin fuerza de tanto laburar
y proteger semillas infecundas,
-es lo que siempre dices-.
Te veo como árbol que agoniza dejándose
cubrir por los líquenes, viendo pasar la vida
encadenado siempre a la pregunta
del porque este castigo.
¿Cómo puedo ayudarte?
Toma mi mano y vamos, sigamos caminando
hacia la luz del faro.
Ya tañen las campanas a lo lejos
dejemos el cansancio, la pena y decepciones.
J.Eugenia Dàz M.
¡Hola! Me ha gustado mucho el post, bonitas palabras. Te sigo y te invito a pasarte por mi blog. Un saludo.
ResponderEliminarHola Carolina,se bienvenida me da gusto saber que te gusto el post.
EliminarCon gusto pasaré a visitarte.
Un abrazo,gracias por tu visita.
Que bonita esa ayuda al hombre cansado y decepcionado.
ResponderEliminarMe encanta como has poetizado esas bellas imágenes a lo largo de tu hermoso poema.
Un placer la lectura.
Un abrazo y buen domingo.
Hola Elda, gracias por tu compañía y calídas palabras.
EliminarSaludos y abrazo.
Eugenia, tus letras tienen una hermosa cadencia y profundidad. Esa empatía con el ser querido te eleva y engrandece al comprender que tenemos etapas y crisis que nos prueban la fortaleza y las ganas de vivir. La naturaleza también sufre etapas de invierno y decadencia, amiga. Somos plantas, árboles a merced de las circuntancias.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu amor a las letras, amiga.
Querida Ma.de Jesús,me hace muy feliz tu compañía y tus palabras que siempre me animan a continuar compartiendo mis poesías.
EliminarBesos y abrazo con cariño.
Un poema muy lírico, recuerdos tristes de alguien que con el paso de los años piensa en como fue su vida...
ResponderEliminarEstas decepciones que caen de su mirada, son como lágrimas que permanecieron guardadas y solo una mano y el sonido de las campanas, pueden despertar...
Un beso grande, Eugenia.
Querida M.Roser, que lindo tener tu compañía gracias por siempre estar presente.
EliminarCuidate mucho.
Besos y fuerte abrazo.
Una nostálgica belleza que transmite mas de lo que se siente entre lineas.
ResponderEliminarMiradas tristes , decepciones, recuerdos que conmueven, que dejan remansos de luz por cada sentimiento que desde el corazón es escrito, con una muy bella sensibilidad.
Hola amiga Eugenia, hoy tus palabras tocan mi alma y la acarician, el dolor también se vuelve belleza.
Deseo te encuentres bien y la luz te siga dando fuerza y bondad, quiero agradecerte de manera especial, el cariño que siempre dejas en mi blog, en verdad ayuda. Un abrazo enorme amiga.
Querido Jorge,¡eres un sol!
EliminarNo sabes cuanto admiro en ti esa fortaleza y animo que trasmites en cada palabra que dejas en tus comentarios.
Arropas,sostienes y animas.
Dejando de lado lo tuyo,tu sentir y problemas por los que puedas estar pasando.
Te dejo un fuerte abrazo con cariño,gratitud y buenos deseos.
Cuidate mucho.
Hay cadenas de gloria y otras como condenas que se eternizan. Las tuyas son dulces de leer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Francisco, gracias por las bellas palabras que me brinda y por su calída compañía.
EliminarSaludos y fuerte abrazo.
Un bello poema para un hombre cansado y deprimido después de toda una larga vida de lucha. Tender la mano y revitalizar de nuevo las emociones.
ResponderEliminarTu poema, está endulzado y arropado de ese eterno amor.
Precioso amiga.
Un abrazo y buen resto de semana.
Hola Juan, agradezco tu comentario y compañía.
EliminarMe hace feliz saber que te agrado el poema.
Saludos, buen fin de semana.