En estos momentos de mi vida desearía volver a reír a
carcajadas junto a la grata compañía de familia y amistades, poder irme a la
cama como antes con el dulce recuerdo de mis muertos y no con esta angustia en la
garganta que no me deja respirar.
Se me acaban las uñas tratando de hacer mas grande la
pequeña abertura para que entre más luz a estos días y quedo enceguecida mirando
al otro lado del cristal tratando de encontrar un pedazo de cielo con saludo de
estrellas que me digan que pronto todo estará bien.
Quiero tener toda la serenidad que existe para sobrellevar la
tristeza que regresa a invadirme y en mis manos la fuerza para ayudar como siempre
lo he hecho, y si por equivocación llega una oleada de alegría poder
disfrutarla plenamente.
No me quejo de los instantes que vivo en este pozo porque sé
que saldré cuando dios lo disponga, por ahora pago el precio con gusto y esperanza,
echándoles de menos a los que se alejaron porque fui afortunada de haberlos
tenido a mi lado. Aquí dentro del bache sigo escuchando música y viendo series,
comiendo palomitas y algunas ocasiones también lloro cuando se necesita para
aflojar el nudo que me ahoga.
Veo la libertad en el vuelo de palomas y aprendo la lección del
gato callejero que sobrevive escalando su propio socavón y pienso que ha valido
la pena pasar por este mundo con la carga en mi espalda quedándome sin uñas y
me entra el deseo de que el día que me esfume para siempre, algunos digan que a
sido bueno conocerme y haber unido sus huellas a las mías un trecho del camino.
J Eugenia Díaz M.
El mejor Consolador lo encontramos en Jesús y su Madre...de su amor infinito aprendemos que existe la bondad, paciencia ...entre otras virtudes que de a poco nos van llenando el espíritu ...de todo lo que combatimos arduamente se sale al final fortalecidos.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Hola Meulen, se dice que Dios es sabio y nos hace pasar por difíciles pruebas que nos hunden en la angustia y la desolación y si bien no morimos, salimos de ella conociendo la fortaleza que tenemos.
EliminarSaludos y fuerte abrazo.
Unas bellas y tristes palabras, vivimos momentos de desasosiego, tristeza y amargura, por aquellos que se han ido por los que quedan y no podemos abrazar y besar, pero debemos ser fuertes, no bajar la guardia y pensar que saldremos de esta en algún momento amiga. En tiempos difíciles, necesitamos de fortaleza y para ello debemos combatir la tristeza.
ResponderEliminarUn gran abrazo amiga y adelante.
Hola Juan, gracias por tu paso y tus palabras.
EliminarSaludos, con un fuerte abrazo
Un texto muy bien escrito pero lleno de tristeza...Espero que no sea autobiográfico. Todos tenemos épocas de reflexión de la mano del silencio, donde pasamos lista de nuestra situación actual que no es nada buena, que nunca nos abandone la esperanza!
ResponderEliminarMuchos besos, querida amiga.
Querida M. Roser tristemente este texto es autobiográfico estoy pasando por momentos muy difíciles que me llenan de angustia e incertidumbre, me siento sola y con mucho temor en esta lucha.
EliminarGracias por tu cálida compañía, besito y fuerte abrazo.
Para mi conocerte por este medio, cuando tu me compartiste parte de tu dolor y yo parte del mio, se unieron nuestros corazones, un cariño real surgió, te comprendo, me comprendes, desde entonces no te he olvidado y no lo are, no solo ha sido bueno coincidir contigo , es un obsequio bondadoso y tienes mi total respeto por tu forma de mantenerte de pie ante, este abismo sin sentido que daña con fuerza.
ResponderEliminarUn abrazo Eugenia. Mucho cariño
querido Jorge, Dios es sabio y une las almas que vagan extraviadas en la desolación y la tristeza, unamos esa fortaleza que el nos dio para sobrellevar estas luchas y sigamos adelante hasta el día que el lo disponga.
EliminarAnimo no te rindas.
Saludito y fuerte abrazo, me a dado mucha alegría saber de ti.