Se humedecen mis pies en cada paso
que doy sobre las piedras,
y tu imagen resbala como gotas de lluvia
en el frágil olvido.
-Y me voy sin misterio-
Pídele a las paredes si me añoras
que regrese hacia ti algo de mi fragancia
y busca en las fisuras de la mesa
del café de la esquina
un poco de mi aliento.
Y sobre las baldosas
que están cubriendo el parque
no busques mi silueta dibujada,
pues mis alas crecieron
y hoy vuelo como un soplo de luz en libertad.
Y con seguridad
empiezo a trascender.
J.Eugenia Diaz
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