Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

martes, 25 de febrero de 2014

El celular

El ruido de la ducha se mezclaba con el barullo en la cocina.
 Malena apresurada terminaba su baño matinal dirigiéndose a su habitación, y frente al espejo cepillo su cabellera dándose también un ligero toque de maquillaje.

Enseguida se puso el uniforme del trabajo y unas gotas de perfume.

Tomo su bolso, y corrió a la cocina en donde su Madre ya le tenia preparada una taza de café y un pan con mermelada de fresa.

Mordisqueo el pan y dando un trago a su café, se encamino a la puerta con las llaves del coche en su mano se despidió con un beso de su madre.

Cuando estaba por salir llego su mamá para entregarle el teléfono móvil que había olvidado en la cocina, Malena no podía vivir sin tener su celular junto a ella.

Ese día dieron las ocho de la noche y Malena no llegaba regularmente ella estaba en casa a las siete.
Su mamá algo inquieta le marco a su celular, sin obtener respuesta después de tres intentos no quiso insistir más.

El televisor estaba encendido en el programa de noticias de la noche, mientras  la mamá de Malena iba de un lado a otro por la casa doblando ropa y dando los últimos toques a la cena.
 De pronto escucho la noticia de última hora sobre la volcadura de un coche compacto color gris, en el que lamentablemente  había perdido la vida la conductora y en una de sus manos sostenía un celular.


(Las autoridades dieron por echo que el venir hablando por el móvil  había sido  el motivo del accidente .)

J.Eugenia Diaz

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