Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

viernes, 6 de abril de 2018

Desintegrados.


La vida se desliza como un rayo de luz en la oscuridad, para dejarnos en el inicio de un laberinto, donde nos detenemos sin saber si entrar o quedarnos hechos un ovillo, porque presentimos que puede llevarnos hasta sus raíces y atraparnos junto con los ángeles y demonios de nuestros antepasados.

Mientras nos encontramos indecisos en la entrada, nos impulsan y caemos. Unos de pie, otros de cabeza y hasta de culo. Al irnos deslizando, poco a poco, la vida nos va desintegrando el cuerpo y la mente con que fuimos creados, en partículas que se van quedando en el fondo, en el punto final donde volvemos a ser nada.

La oscuridad nos envuelve, nuevamente, en un placentero frío donde flotamos sin una coordenada. Somos un punto que gira siguiendo el atrayente tintineo de la muerte, que se acompaña de pequeños destellos coloridos, simulando la ciudad de noche en la que nos perdemos.


J.Eugenia Díaz M.

martes, 27 de marzo de 2018

Paralelismo


No dejo de soñar
y   me veo en los sueños
sentada en un vagón de algún tren sin destino.

O en una mecedora zurciendo calcetines
del  nieto imaginario que habita en mi memoria,
pero también me veo de manera sensual
con la blusa de escote y una falda ajustada,
en mi rostro los labios rojos como la fresa
pidiendo  se les bese.

En un  paralelismo voy viendo a la mujer
que deambula en mi mente,
con cabellera larga  y pasión en la boca
que provocan antojo de noches sin descanso.
La que camina a un lado  cocina la dulzura
que entre sus manos guarda.

También la que va junto a la que es explosiva,
se la pasa regando las flores del jardín,
camina sobre huellas felices en el parque,
quiere morder el aire que le llega del sur
ponerse zapatillas perderse con el ruido
del fuerte taconeo.

Pero solo se queda calmando sus clamores
tejiendo en dos agujas bufandas para invierno.



J. Eugenia Díaz M.

viernes, 23 de marzo de 2018

Puedo ser.


Puedo ser esa sombra que aletea en tus noches
camina tus pestañas llevando tu mirada
hacia donde me encuentro entre jazmines.

Ese ser apagado
que vive entre los versos y viaja en los poemas
sin puntos y sin comas.

Puedo meterme al mar tomada de tu mano
y beber unos mates en algún restaurant,
mientras tu voz resuena con tus versos.

También mientras dormitas
visitar la ciudad por calles empedradas,
dar limosna en la iglesia después de confesarnos,
subirnos en el  bus que nos traslade al bosque
en donde exista un rio con columpio en un árbol.

Liberarme descalza como un ave que emigra.

Y si tu lo deseas te puedo ver morir
extasiado en mí pecho,
pero cuando despiertes y el sol te de en la cara
sabrás que solo existo cuando el poeta duerme.


J.Eugenia Díaz M.

viernes, 9 de febrero de 2018

La luz que sigo

Eres el faro que sigo
la luz que a mi me ilumina,
 cuando el día se termina
voy en busca de tu abrigo.

Mi cansancio lo mitigo
frente a tu imagen divina.
Eres el faro que sigo
la luz que mi me ilumina.

Eres mi más fiel amigo
el que a mi bien me encamina,
siendo fiel a tu doctrina,
tengo paz y tengo trigo,

la luz que a mi me ilumina.

J.Eugenia Diaz M

miércoles, 31 de enero de 2018

La sopa que vomito


Le he encontrado calor al sol de enero
y al café matinal su saborcito
sin acercame al pan,y me limito,
de una vez ,a  comer lo más ligero.

La piña y la manzana son primero,
después viene la sopa que vomito
pues  no tolero el pollo,pero admito:
hay que bajar  la panza y el trasero.

Ya no puedo trotar; solo camino
aunque me pone mal, porque es más lento
llevar todo ese peso a su destino.

Si quiero estar ligera como el viento
debo comer verduras como un chino

y mantener el cuerpo en movimiento.
J.Eugenia Díaz M.

jueves, 25 de enero de 2018

Chismes en la oficina

A las cinco aquí nos vemos
en el café de la esquina,
a algún lugar partiremos
mientras la tarde declina.

De pensar a donde iremos
se me hace piel de gallina,
y de como nos veremos
bajo la luz mortecina

¿Sera que solo hablaremos
de camino a la colina?
o a besos nos comeremos
de manera clandestina.

Nuestro anhelo apagaremos
como el fuego en la cocina,
 solo así nos libraremos
de chismes en la oficina

En silencio viviremos
esto que no se termina,
con seriedad trabajemos
sino será nuestra ruina.

J.Eugenia Díaz M.

martes, 23 de enero de 2018

Como molde de arcilla


De tu caja de rosas, de fotos y listones
he inhalado despacio la guarda de tu aroma;
del álbum he grabado todas tus expresiones,
tus bromas, tú sonrisa, tu vuelo de paloma

Tu chaqueta en mis manos  es toda sensaciones
y ese par de zapatos en una eterna espera
provoca en mis pupilas diferentes visiones,
como el inmenso anhelo de que aún te sintiera.

La virgen y tu cristo resguardan el reposo
de tu cuarto tan solo, los peluches dormitan,
y a el brillo del espejo que se opaca brumoso
le hace falta tu imagen, sus luces se marchitan.

He pasado mis manos por tu cama y tu silla,
me asome a la ventana, unida a  tu silueta
porque ahí la dejaste como molde de arcilla,
tan vintage e inmovil  para alguien que es poeta.

En cada cosa tuya sentire tu presencia
y a mi mente traere de tu vida retazos,
dibujare en mis versos como fue tu existencia,
aunque me duela el alma al ir haciendo trazos.

Erika Adriana  mi amada hija este24 de enero estarias cumpliendo  años.

J.Eugenia Diaz M.