Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

domingo, 13 de enero de 2019

Tampico.

Tampico
Soy nativa de este bello lugar, un puerto hermoso al que llegan los vientos del norte para desprender hojas y brotes de guayabas, mangos y aguacates que formaran una aromática alfombra sobre el suelo.
Aquí yo caminaba empujada por esos vientos mientras el intenso aroma a tierra y a la humedad que viene del mar invadía mi olfato haciéndome sentir en un mágico lugar donde las palmeras hacían sonar su sinfonía de movimiento bajo las ráfagas del norte y yo mantenía una lucha con mi falda que el aire se empeñaba en levantar.
Aquel era el lugar en el que podía salir en shorts y sandalias y disfrutar de un raspado de tamarindo con miel o acudir a la refresquería de la plaza principal a beber un batido de leche con fresa, mientras escuchaba las melodías de moda y las charlas en su idioma de marineros extranjeros que invariablemente coqueteaban con las chicas que pasaban por allí o se encontraban disfrutando una bebida.
Casi podía tocar los aviones cuando pasaban sobre mi casa hacia el aeropuerto; aunque a muchos les molestaba el ruido que hacían porque no dejaban escuchar la televisión, a mi me sucedía lo contrario, yo amaba verlos pasar y sentir la vibración que dejaban a su paso.
 De ahí nació mi anhelo de algún día ser azafata y nada ni nadie me quitaba ese sueño, aunque me dijeran que ser azafata era ser mesera del aire.
Ese fue uno de tantos sueños que no pude realizar. Recuerdo que, por las tardes, cuando disponía de tiempo y andaba cerca de las oficinas de Aeroméxico, solía sentarme enfrente, en una banca de la plaza, para ver llegar a los pilotos y azafatas, cerraba mis ojos y me imaginaba ser parte de ellos.
La magia del puerto siempre se iba lejos de mí, eso nunca detuvo mis paseos por la playa cuando podía acudía con mi amiga Araceli a recoger conchas y estrellas de mar y llenaba mis pupilas con la imagen en el horizonte donde el azul del mar con el color del cielo se ven como si fueran uno solo, como si se unieran en un beso largo e interminable.
Soy de ese puerto en el que último minuto del año los barcos hacen sonar sus sirenas emocionando a todos los que logran escucharlas, donde llegan al malecón familiares a despedir a los pescadores que salen en los barcos camaroneros.
En donde se come caldo de jaiba y omelett de camarón, frijoles negros con huevo en salsa verde, enchiladas suizas con cecina, zacahuil y torta de la barda.

Soy del puerto de Tampico, del que un día me fui llorando. Hoy, regreso solo de visita una o dos veces al año sin hacerme a la idea de volver y establecerme nuevamente allí, porque me siento una extranjera dentro de mi cuna
J.Eugenia Dìaz M

20 comentarios:

  1. Es bonito y triste, al mismo tiempo, recordar el lugar de origen. A mí también me ocurrió que al volver sentí que ya no pertenecía a ese sitio.
    Una hermosa evocación de todos los recuerdos que te llevaste contigo. Y esos serán siempre tuyos, Euge.
    Un enorme abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Asi es Mirella hermosa, se crean una confusión de sentimientos al recordar o visitar el lugar que nos vio nacer.
      Gracias por tu compañia.
      Besos.

      Eliminar
  2. Todo un homenaje a tu lugar de nacimiento, Eugenia...Su playa, su mar, su horizonte, sus comidas y sus lugares permanecen en ti de forma intensa y aunque sólo vuelvas de vez en cuando, tu amor permanece intacto...Eso significa que el sentimiento es eterno, no muere.El sentimiento no lo hemos creado nosotros, es herencia de nuestro Padre eterno, amiga.
    Mi abrazo y feliz semana, Eugenia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola querida Ma. de Jesús, muchas gracias por tu cálida compañía, me complace saber que te gusto lo que escribí a el lugar que me vio nacer.

      Besos.

      Eliminar
  3. Yo también me crié al lado de un aeropuerto, la pena es que no era al lado del mar, como bien y tan bonito describes tú, te dejo el enlace de una entrada que hice hace tiempo, que se parece algo en el fondo a la tuya https://elucubrador.blogspot.com/2017/10/viajero-forzoso.html un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Xan Do Rio, no niego que es muy ruidoso vivir cerca de un aeropuerto pero no deja de tener su encanto.
      Gracias por tu visita, pasare a ver el enlace que me indicas.

      Abrazos.

      Eliminar
  4. Que lugar tan lindo este donde naciste...Y que bellos recuerdos te trae el tiempo! Supongo que tendemos a idealizar los lugares donde hemos sido felices por esto, al volver lo ves todo con otros ojos!

    Besitos peueñitos bonita,como los granos de arena de tu playa y que te hagan cosquillas si paseas descalza por ella...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida M. Roser, tan linda y cariñosa siempre,cosa que agradezco mucho porque me siento abrazada en la distancia.

      Abrazos.

      Eliminar
  5. ¡Hermosa pintura de la nostalgia por el terruño!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Osvaldo, muchas gracias por pasar y pasear un poco a través de lo que describo del lugar en donde nací.

      Abrazos.

      Eliminar
  6. Es muy tierno y pintoresco tu relato. Me gustó precisamente porque habito un lugar completamente diferente, al sur del mundo. Me hiciste salir de paseo y lo agradezco.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Navegante,agradezco tu visita y me complace saber que disfrutaste el paseo.


      Saludos y abrazos.

      Eliminar
  7. Hola bella gracias por pasarte por mi blog
    El tuyo un encanto de letras
    que se unen a silencios infinitos de nostalgias
    mil besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Muchas gracias por acompañarme, yo encantada de visitar tu hermoso espacio de letras.

      Besos.

      Eliminar
  8. Un excelente relato, una apertura de alma que permite conocerte mejor. Un texto entrañable en lo que tiene de recuerdo que, a muchos, nos hará retroceder en el tiempo a lugares como el descrito. ¡El de uno!

    Abrazos Eugenia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ernesto, la nostalgia en ocaciones llega y nos hace escribirle algo a la cuna que nos vio nacer.


      Gracias por tu compañía.

      Abrazos.

      Eliminar
  9. Nuestros deseos casi siempre pasan por el retorno a nuestras raíces.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, es grato recibir tu visita y con ella se queda la huella de tu paso.

      Muchas gracias por estar.

      Saludos y abrazos.

      Eliminar
  10. Gracias por tan lindo post y tan bello y simple blog, un saludo querida amiga..
    -Bea.

    Sempiterna (Moda y mas)
    Geeky Freaky (Juegos, tutoriales, series,etc)

    ResponderEliminar
  11. Hola Sempiterna, agradesco tu visita y calido comentario.
    Besos.

    ResponderEliminar