Hoy el miedo me persigue
porque las horas no paran,
y en silencio nos decimos
lo que nuestros ojos hablan,
del misterio de la vida
y la soledad en casa.
Que se quedarán pendientes
unos nenes que cantarán.
Queriendo ganarle al tiempo
tratas de escribir mil cartas,
han sido muchas las guerras
que tu corazón aún sangra,
me asusta ver tu silueta
esperando la llegada
de ese final mencionado
que con ahincó detallas.
Tengo miedo de perderte
y no verte en mis mañanas,
más la esperanza prosigue
que a expirar tú me invitaras,
dejémosles la
ternura
en silencio a los que extrañas.
J. Eugenia Díaz M.
A veces podemos tener miedo a perder un amor, pero no debemos olvidar que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, por la que puede entrar otro amor que nos llevará de la mano, por el camino de la vida...
ResponderEliminarMuchos besitos, mi querida amiga, que seas feliz.
Gracias por tu cálida compañia y buenos deseos mi querida M. Roser.
EliminarTe dejo mi cariño con un fuerte abrazo.
Eugenia, el miedo es humano e inevitable, pero también lo es la fe y la esperanza. Nuestra mente nos prueba, nos muestra posibles realidades, que luego no suceden y vivimos de otra manera, amiga...Dejemos de lado al miedo y centrémonos en el sentimiento hacia los que queremos que es eterno y siempre nos salva y nos impulsa hacia adelante.
ResponderEliminarMI abrazo entrañable y mi ánimo siempre, Eugenia.
Mi querida Ma. de Jesús, hay momentos en la vida que nos hacen tocar fondo y sentir ese miedo inevitable a la muerte del ser amado pero tomamos aire, sacudimos el miedo y seguimos adelante.
EliminarTe abrazo con cariño, gracias por tu compañía.