Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Ofrenda en un día nublado


 Tengo los ojos nublados

y como cantaros llenos,

en este dos de noviembre

cuando en silencio comemos

extrañando tu presencia,

sé bien que no te veremos

pero anhelamos sentirte

feliz, sana, recibiendo

golosinas y comidas

que en el altar te ponemos.

 

La soledad me ha agrietado

en estos años tan negros

cargando tanta tristeza,

que voy soltando escribiendo

con un caudal de morriña

versos, rimas y recuerdos

que no puedo pronunciar

por el dolor en mi pecho,

al apagarse tu luz

de mi van quedando restos.

 

Restos que voy levantando

con el suelo en movimiento

y mi lampara apagada,

para que veas que ha vuelto

tu madre que no se rinde

mi ofrenda es todo mi esfuerzo,

necesito de tu hombro

aunque sea mientras duermo

en esta senda invernal

donde te busco a lo lejos.


J. Eugenia Díaz M.

12 comentarios:

  1. Gran ofrenda, seguro que acaba llegando la recompensa, aunque no la esperes. Un abrazo.

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  2. Tristes y elogiosos versos dedicas a tu ser querido. Estoy seguro de que allá donde se encuentre estará glorioso de tus letras y su hombro habrá cedido en acompañamiento y buen reposo.
    Un fuerte abrazo, amiga y te deseo un feliz mes de noviembre.

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  3. Conociendo la razón de tus palabras, y el sentimiento que las motiva, no diré que abras el paraguas en día de lluvia...
    Si necesitas empaparte de ella, la lluvia, adelante...
    Gran abrazo Eugenia.

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  4. Un poema melodioso y lleno de melancolía por esa ausencia tan querida.
    Espero que ese dolor vaya remitiendo y el recuerdo se vuelva muy sereno.
    Un abrazo Eugenia y que tengas un buen fin de semana .

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    1. hola Elda,mi admiración va para ti y rus preciosos poemas, muchas gracias por tu compañía.

      Abrazos.

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  5. Un poema muy emotivo este que le dedicas a tu niña y que con el paso de los años nunca olvidas...Quizás no la veas con tus ojos llenos de tristeza, pero si la veràs con los ojos del recuerdo y siempre, aunque sea en sueños, podrás apoyar tu cabeza en su hombro.
    Amiga Eugenia, muchos besitos, para que acompañen este dolor!

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  6. Mi querida M. Roser, me hace muy feliz saber de ti y tener tu compañía.
    Gracias por acercarte y por tus palabras.

    Abrazos.

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