Tengo los ojos nublados
y como cantaros llenos,
en este dos de noviembre
cuando en silencio comemos
extrañando tu presencia,
sé bien que no te veremos
pero anhelamos sentirte
feliz, sana, recibiendo
golosinas y comidas
que en el altar te ponemos.
La soledad me ha agrietado
en estos años tan negros
cargando tanta tristeza,
que voy soltando escribiendo
con un caudal de morriña
versos, rimas y recuerdos
que no puedo pronunciar
por el dolor en mi pecho,
al apagarse tu luz
de mi van quedando restos.
Restos que voy levantando
con el suelo en movimiento
y mi lampara apagada,
para que veas que ha vuelto
tu madre que no se rinde
mi ofrenda es todo mi esfuerzo,
necesito de tu hombro
aunque sea mientras duermo
en esta senda invernal
donde te busco a lo lejos.
J. Eugenia Díaz M.
Gran ofrenda, seguro que acaba llegando la recompensa, aunque no la esperes. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, agradezco tus palabras y tu compañía.
EliminarAbrazos.
Tristes y elogiosos versos dedicas a tu ser querido. Estoy seguro de que allá donde se encuentre estará glorioso de tus letras y su hombro habrá cedido en acompañamiento y buen reposo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga y te deseo un feliz mes de noviembre.
Hola muchas gracias por acercarte y dejar tu cálida huella.
EliminarAbrazos.
Conociendo la razón de tus palabras, y el sentimiento que las motiva, no diré que abras el paraguas en día de lluvia...
ResponderEliminarSi necesitas empaparte de ella, la lluvia, adelante...
Gran abrazo Eugenia.
Hola Ernesto gracias por tus palabras y tu compañía.
EliminarAbrazos.
Un poema melodioso y lleno de melancolía por esa ausencia tan querida.
ResponderEliminarEspero que ese dolor vaya remitiendo y el recuerdo se vuelva muy sereno.
Un abrazo Eugenia y que tengas un buen fin de semana .
hola Elda,mi admiración va para ti y rus preciosos poemas, muchas gracias por tu compañía.
EliminarAbrazos.
Un poema muy emotivo este que le dedicas a tu niña y que con el paso de los años nunca olvidas...Quizás no la veas con tus ojos llenos de tristeza, pero si la veràs con los ojos del recuerdo y siempre, aunque sea en sueños, podrás apoyar tu cabeza en su hombro.
ResponderEliminarAmiga Eugenia, muchos besitos, para que acompañen este dolor!
Mi querida M. Roser, me hace muy feliz saber de ti y tener tu compañía.
ResponderEliminarGracias por acercarte y por tus palabras.
Abrazos.
Volver a leerte que placer!!
ResponderEliminarHola hermosa muchas gracias por pasar.
EliminarBesitos.