Tengo temor de tocarte
porque en mis manos hay muerte,
invierno y mucho letargo
tú me necesitas fuerte.
Están frescas las heridas
mi dolor tan solo duerme,
despertó en el nosocomio
con la tristeza en tu mente.
Si pudiera deambular
por tus sueños y te enteres,
que poseo fortaleza
que hasta el pánico convierte,
en rueda de la fortuna
para regresarte fuerte
al carrusel de la vida
sin tropiezos y con suerte.
La oscuridad nos rebasa
nos ahogan las paredes,
no nos da tregua la angustia
y tu hasta al aire le temes.
Con mirada desquiciada
llega la noche, no duermes
ni el silencio te da calma.
No temas. Por favor, vuelve.
J. Eugenia Díaz M.
Ese temor es terrorífico y no deja vivir ni descansar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Francisco, después de tantos meses de ausencia que he tenido me pone muy contenta tener su compañía y comentario.
EliminarGracias por pasar, le dejo mi cariño y buenos deseos.
cuanto placer me da el leerte
ResponderEliminarmil abrazos
Bienvenida de nuevo, Eugenia, al mundo de las letras compartidas.
ResponderEliminarUn placer verte tan dispuesta a esta poesía tuya, tan personal.
Fuerte abrazo amiga.
Muito belo o teu poema. Gostei muito!
ResponderEliminarQuem pode resistir ao teu apelo?...!!
Un buen fin de semana para ti.
Un abrazo.
A.S Agradezco tu atención y la huella que dejas a tu paso.
EliminarLos miedos están presentes siempre pero debemos superarlos, porque cada día empieza la vida. La fortaleza y la esperanza están en tu poema latentes, prometedores, Eugenia. Me gusta la profundidad y autenticidad de tus letras.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo, amiga.
Para mi es hermoso sentir tu abrazo en tus palabras y ese animo que siempre me dejas en ellas. Gracias por todo,te abrazo en la distancia con cariño.
Eliminar