Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

martes, 27 de marzo de 2018

Paralelismo


No dejo de soñar
y   me veo en los sueños
sentada en un vagón de algún tren sin destino.

O en una mecedora zurciendo calcetines
del  nieto imaginario que habita en mi memoria,
pero también me veo de manera sensual
con la blusa de escote y una falda ajustada,
en mi rostro los labios rojos como la fresa
pidiendo  se les bese.

En un  paralelismo voy viendo a la mujer
que deambula en mi mente,
con cabellera larga  y pasión en la boca
que provocan antojo de noches sin descanso.
La que camina a un lado  cocina la dulzura
que entre sus manos guarda.

También la que va junto a la que es explosiva,
se la pasa regando las flores del jardín,
camina sobre huellas felices en el parque,
quiere morder el aire que le llega del sur
ponerse zapatillas perderse con el ruido
del fuerte taconeo.

Pero solo se queda calmando sus clamores
tejiendo en dos agujas bufandas para invierno.



J. Eugenia Díaz M.

viernes, 23 de marzo de 2018

Puedo ser.


Puedo ser esa sombra que aletea en tus noches
camina tus pestañas llevando tu mirada
hacia donde me encuentro entre jazmines.

Ese ser apagado
que vive entre los versos y viaja en los poemas
sin puntos y sin comas.

Puedo meterme al mar tomada de tu mano
y beber unos mates en algún restaurant,
mientras tu voz resuena con tus versos.

También mientras dormitas
visitar la ciudad por calles empedradas,
dar limosna en la iglesia después de confesarnos,
subirnos en el  bus que nos traslade al bosque
en donde exista un rio con columpio en un árbol.

Liberarme descalza como un ave que emigra.

Y si tu lo deseas te puedo ver morir
extasiado en mí pecho,
pero cuando despiertes y el sol te de en la cara
sabrás que solo existo cuando el poeta duerme.


J.Eugenia Díaz M.