Hay una infinidad de mariposas
con alas apresadas en la vieja pared.
Un sofá se estremece
al roce del estambre en el telar,
su silueta cansada
que teje sin cesar para mover
los dedos sin amarres.
Un bastidor que espera le de vida un pincel,
una cruz de madera
aún sin barnizar,
un intento de libro, unos tímidos versos
todo se lo detiene
esa inseguridad con que a crecido,
y el temor a vivir sin esperanza.
Sus manos temerosas cuentan los pájaros
que vuelan de su pelo,
y sus ojos cansados solo observan
la colección de peces dorados en sus pies
que ya zozobran dentro de las pastas ajadas
de aquella biografía que está sin concluir.
J Eugenia Diaz M
Eugenia la vida es un proyecto continuo, amiga...Cada día la mente empieza la vida y trata de completar aquello que comenzamos y siempre nos espera...Tu poema nos recuerda, todas las actividades y sueños,que aún están por cumplir...Un placer leerte y disfrutar de tus letras. Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre...Poco a poco todo sale adelante.
ResponderEliminarM.Jesús
Hola Eugenia, me gusta tu poema, amiga. Está hecho con gusto y sentimiento. Y refleja una realidad que, en ocasiones, es!...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Eugenia
ResponderEliminarCada día, cada paso que damos, escribimos una línea o página en eñ gran libro que es y conforma nuestra vida. Un libro que está sin concluiir, abierto a novedades, a las posibilidades infinitas que están a nuestro alcance.
Me alegro de volver a leerte. :D.
Besotes.
Hola bonita, dejamos tantas cosas por concluir...Nos harían falta varias vidas para terminar-las! Lo importante és que disfrutemos del proceso, tal vez los que vengan después consigan acabarlas;
ResponderEliminarBesos dulces y sonrisas, van camino de Méjico.