Se disfrutan las tardes silenciosas
bebiendo una cerveza compartida,
sintiendo ya el ocaso de la vida,
sin penas en el nido y sin las losas
que te congelen todo. Tu reposas
sin ruidos en tu alma resentida,
recordando que vamos de salida
escombramos las ramas espinosas.
Entre brindis y brindis me sorprendo
en tus labios saciando mi apetito,
con aves temblorosas reviviendo.
Sin resabios y en paz te necesito,
podemos seguirnos divirtiendo
recuerda que en tus brazos me derrito.
J. Eugenia Díaz M.
Brindo contigo, Eugenia. No desaparezca de ti ese deseo celebrativo, pues la vida es un regalo de cada amanecer y bien merece celebrarlo cada día.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Salud Francisco! gracias por su cálida compañía.
EliminarAbrazos.
Esa cerveza con alguien que te apetece quedar, aquí ya no se puede. Abrazos.
ResponderEliminarHola Xan Do Rio, Esperamos que ya termine esta pandemia y todo regrese a la normalidad.
EliminarGracias por tu compañía.
Abrazos.
Veo que los sonetos se te dan muy bien!
ResponderEliminarQue bonito , amiga derretirse en los brazos de alguien...
Ves a la cerveza ya no me apunto demasiado amarga, hacen falta cosas más dulces...Quizás una limonada bien fresquita!
Un abrazo grande i besitos , linda amiga.
Brindemos con una limonada fresquecita mi linda amiga M. Roser.
EliminarGracias por tu compañía.
BEsos y fuerte abrazo.
Las cosas buenas de la vida hay que saber saborearlas sin dudas
ResponderEliminarbien por eso!
Hola Meulen, así es, hay que disfrutar los momentos gratos que nos de la vida.
EliminarGracias por detenerte en mi rinconcito de letras.
Besos.
Un excelente poema, un excelente relato... y una excelente promesa de vivir esos instantes. ¡Bridemos!
ResponderEliminarGran abrazo Eugenia.
¡Salud Ernesto!
EliminarMe pone contenta saber que te gusto el poemas.
Gracias por tu compañía.
Abrazos.
Muy romántico y expresivo, felicidades, un abrazo
ResponderEliminarHola Jorge, gracias por detener tu paso en mi blog.
EliminarAbrazos.