Llegaste aquel invierno con brújula dañada
y en tus manos la hoguera de candente verano
prometiendo esperanza de vida y luz eterna,
tú, solsticio de estío en ventisca y deshielo
intentando hacer lumbre en mi apagada chispa,
con un tórrido abrazo me hiciste perder piso
elevándome al nido como una golondrina,
haciendo equilibrarme siendo tú yin, y yo el yang.
Desde entonces cosechas en mi piel con tus dedos
de agua y me haces vibrar entre fragantes ráfagas,
con un ir y venir de apasionados besos
logrando que levite, que muera y resucite.
J.EugeniaDiaz M.
Un invierno vestido de verano, que llegó a ti intentando con su lumbre en forma de besos y abrazos que hicieron que tu vida resurgiera...
ResponderEliminarUn beso grande, guapa.
Mi querida M.Roser gracias por tu calido abrazo sirmpre presente en este rincón de letras.
EliminarBesitos.
Me encanta tu unidad con la naturaleza. Ella nos trae lo que necesitamos para seguir renaciendo y evolucionando, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación por la belleza de la forma y el fondo de tus letras, que se superan constantemente.
Mi abrazo y mi cariño siempre.
Querida Ma.de Jesús eres muy cslida y genetosa con mis trabajos,gracias por dejar tu huella y pir estar siempe acompañandome.
EliminarBesotos
Reencontrarse , paso a paso
ResponderEliminarconectarse donde se reaprende a ver lo sublime de la tierra donada
para lograr equilibrar nuestra alma y unirla al Creador.
Abrazos azules!
Gracias por tu hermoso comentario y compañia.
EliminarAbrazos.
Comunión en el ser, intensidad que acaricia, lindo blog, un gusto haber llegado hasta aqui, un abrazo Azulgenia
ResponderEliminarHola Jorge, ¡bienvenido!
EliminarGracias por acercarte y dejar tu huella.