Me contemplas y pienso que adivinas,
lo que quedó en mi piel ya congelado
y queriendo sentir lo silenciado
te acercas retirando las espinas
a un cuerpo agarrotado que está en ruinas
por vivir sueños tontos engañado.
Al desnudo con fuego silenciado,
espere mucho tiempo en las esquinas
ansiosa de alcanzar y disfrutar
el calor de tu piel entre mis labios,
saciar mi sed de ti, como indigente.
Fuiste tu quien me hizo despertar
divergente, por todos tus agravios
para siempre me hiciste indiferente.
J.Eugenia Dìaz M.
Mala cosa la indiferencia, siempre es mejor la pasión aunque no en todo momento sea concordante con el gusto de todos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Francisco, gracias por pasar a este espacio de versos.
EliminarSaludos y abrazo.
Eugenia, nos dejas un bello y doliente soneto...Cuando el amor no existe, el roce de la piel deja frialdad e indiferencia. Lo has expresado muy bien amiga. Te felicito por esa superación.
ResponderEliminarMi abrazo y me alegro de verte. Espero que todo vaya bien, amiga.
Hola mi querida Ma. de Jesús, es lindo ver adornado mi espacio de versos con tu compañía. Todo anda bien gracias a dios.
EliminarBesitos y abrazos con cariño.
A veces tenemos que pasar de los que solo nos causan dolor i la mejor manera, es mostarles nuestra indiferencia...
ResponderEliminarBesitos confinados, linda amiga.
Hola hermosa M. Roser, que lindo tener tu presencia en mi trabajo, eso quiere decir que estas mejorcita de salud.
EliminarBesos,cuídate mucho.