Cuantas sombras colgando de mi espalda
estremecen mi alma con sus ojos filosos.
Vestidas de misterio van conmigo en el viaje,
cómplices y verdugos en esta soledumbre.
Una triste sonata le da vida a este pecho
lleno de oscuridad,
retando a las siluetas
con mirada de hielo y sonrisa alunada
porque en sus manos guarda secretos y aflicciones.
Me rió de sus intentos de herirme la retina,
que habitan un desierto, secas por tantas guerras
sumergidas en grietas de tantas sepulturas
carentes de epitafios.
Feroces me sacuden cuando ven que me burlo
con los labios pintados.
Ya no rezo ni prendo veladoras
para romper cadenas y alejar los espectros
que vuelven del pasado.
J.Eugenia Dìaz M.
Impresionante tu poema, Eugenia. Esas sombras que nos persiguen son restos de este caminar por la vida. Nos siguen de cerca, pero aprendemos a ignorarlas, a enfrentarlas y a seguir adelante con confianza.
ResponderEliminarFelicidades por el poema y por este día de la mujer trabajadora.
Mi abrazo y mi cariño, Eugenia.
Mi hermosa Ma. De Jesus muchas gracias por tu compañia y calido comentario.
EliminarFeliz dia hermosa mujer!!
Hola amiga Eugenia!
ResponderEliminarNo nos gustan las sobras que nublan nuestro horizonte...Con los rayos de luz salidos de nuestro corazon, nos desharemos de ellas, para tener una visión clara de todo cuanto tenemos alrededor y sonreiremos felices.
Muchos besitos, linda amiga.
Mi querida M.Roser gracias por la luz de tu calida compañia.
EliminarFeluz dia hermosa mujer!!
Poema con fuerza y determinación... Expresión profunda.
ResponderEliminarFuerte abrazo Eugenia.
Hola Ernesto, es grato tener tu compañia y tu comentario tan motivador.
ResponderEliminarSaludos,gracias por tu paso.
Algo de nosotros mismos se arrastra por el suelo a nuestro paso, a veces en pos, otras precediéndonos y siempre naciendo desde nuestros pies.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es impactante pensar que algo de nosotros se arrastra naciendo desde nuestros pies.
EliminarMuchas gracias Francisco por visitar mi rinconcito de letras.
Saludos.
que bonito que escribes y eres ella y dulce gracias por pasar me encanta leerte tienes magia beso
ResponderEliminarHola hermosa, gracias a ti pos detener tu paso en mi rinconcito de letras.
EliminarSaludos y abrazo.
Un poema impactante con mucha fuerza.
ResponderEliminarUn placer llegar a tu espacio.
Te sigo.
Hola Ani, agradezco tu visita y comentario.
EliminarSaludos y abrazos.
Un hermoso poema. Eugenia.
ResponderEliminarLa sombra, la nuestra propia, es como el alma de cada uno que siempre nos acompaña.
Me contó una amiga una anécdota de su pequeño hijo la primera vez que le llevó al mar. El niño empezó a llorar sin querer posar sus pies en la arena. Su madre intrigada trataba de saber que le ocurría, pero sin poder adivinarlo. Fue su hermano mayor el que lo descubrió. Le asustaba su propia sombra. La sombra, las sombras, siempre nos acompañan. Besos.
Hola Maripaz, la y las sombras siempre nos acompañaran algunas nos darán temor y con otras sentiremos seguridad.
EliminarGracias por pasar, abrazos.