Por fin te escucho, te hago caso vengo a tu encuentro, me
llega tu sonido como un murmullo suave que acaricia y me envuelve sintiendo que
humedeces esta piel vieja retirando las costras, dándole sanidad, penetrando
hasta lo más profundo del alma.
Me reconozco en ti, siento la fuerza y la alegría que aún tienes
impregnada me doy cuenta que seguimos
siendo una sola, aunque nos separamos un tiempo por esa confusión de
sentimientos hoy quiero regresar a ti, te haré caso y viviré por y para mí,
reparare todos los agujeros por los que se han ido fugando trocitos de mi vida.
Tomaré tu mano para salir con luz y sin fantasmas se que en el camino me
quedare con menos personas, pero en algún lugar del universo paralelo existen
seres sinceros y leales que me aman y esperan mi reencuentro.
Por fin me animo a ser yo misma, no te asustes si no me reconoces.
J.Eugenia Diaz M.
El reencuentro con uno mismo siempre hay que festejarlo. Sentido texto, Euge.
ResponderEliminarBesos.
Gracias querida Mirella, por tu visita y compañía.
EliminarBesos.
Me gusta esto de reconocerse en la otra persona, señal de que le dejamos huella...
ResponderEliminarCon la mano en su mano vuelven la fuerza y la alegría y la luz aleja los miedos...
Seguro que hay quien nos espera para tomar camino con amor!
Amiga Eugénia, muchos besitos de colores.
Mi linda M. Roser, gracias por tu cálido abrazo y compañía.
EliminarBesos.
Es como si te vieras reflejada en un espejo pero no supieras que eres tú, me gusta.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Nè, muchas gracias por tu paso y la huella que me dejas.
EliminarBesos.
Una determinada declaración de intenciones... y reencuentro contigo misma!
ResponderEliminarHay belleza y fuerza, deseo y naturalidad, en tus expresiones.
Abrazos Eugenia.
Gracias Ernesto, por tu visita y cálidas palabras.
EliminarAbrazos.
Lo importante de animarse a ser uno mismo.
ResponderEliminarSoy Nelda
ResponderEliminarRealmente bello y profundo