Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

martes, 18 de septiembre de 2018

Atrapada


Observo los espejos sin lograr descubrirme,
cubierta estoy de monstruos y espinas en la sangre,
y aunque mis labios tiemblen con anhelo,
el lienzo en que me encuentro me mantiene atrapada
sin poder escupir un solo aullido.

¿Por qué me ha traicionado la mujer que me mira
en la imagen ajada?
Aún cuelga de su boca el brillo de sus sueños
llenos de pretensiones, captado en un instante.

¿Alguna vez fui ella?

Ya ni siquiera escribo
necesito otra piel con otros huesos
y una saliva fresca que despegue mis labios,
escuchar soliloquios que taladren mutismos
y hagan crecer las olas de sabor
 en el café del dìa.

Necesito la mente más flexible
para hurgar ceniceros y rescatar historias
que consumió el ocaso,
desentumirme toda dándome un cuerpo nuevo
carente ya de estigmas.




J.Eugenia Dìaz M.

10 comentarios:

  1. Un poema profundo con un significado sugerente...

    Abrazos Eugenia.

    ResponderEliminar
  2. Eugenia, tu poema es hermoso, contundente y sentido...Me ha emocionado. Te felicito por ello, amiga. Permíteme que te diga, que tu poema es un ejemplo de ese pensa-viento(que escribo en mi poema) que llega a veces, nos confunde,nos domina y nos hunde en un profundo abismo del que a veces es difícil salir...Debemos estar alerta,la mente es traicionera, nos prueba. Debemos darle de lado, alzar el vuelo, dejarlo atrás y darnos cuenta que tenemos fuerza y luz para intuir ese misterio de la vida, que nos espera y nos hace mejores...Podemos abrir alas y llenarnos de fé y esperanza, amiga.
    Mi abrazo y mi cariño, Eugenia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ma. de Jesús mi querida amiga, justamente la mente nos traiciona y en ocaciones nos gana y deja vulnerables.
      Escribir ayuda a remontar el vuelo y continuar.

      Besos con mi gratitud por tu compañia.

      Eliminar
  3. Como siempre que leo un poema tuyo, siento que los versos me toman con sus imágenes tan sugestivas.
    Un enorme abrazo, Euge.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mirella, que gusto tener nuevamente tu compañía en mi trabajo y en mi blog.
      Gracias por pasar.
      Abrazos con mis mejores deseos para ti.

      Eliminar
  4. Si no nos gusta quien vemos en el espejo, imaginemos que lleva una capa, con muchas cosas negativas, però soplamos y soplamos i la capa sal volando por los aires y nos volvemos a gustar, porque nos vemos como realmente somos, o como nos sentimos, libres!

    Amiga Eugenia, muchos besitos de libertad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida M. Roser, que lindo tener tu compañía, esas imágenes de tener varias capas encima me a encantado tanto que me provoca escribir algo sobre ellas.
      Ya lo veras cuando escriba un poema de esa mujer con varias capas :)

      Besitos.

      Eliminar
  5. ¡Muy bello poema Eugenia! ¡Cómo nos cuesta a veces reconocernos en ese que nos mira desde el espejo! Tantan veces como el yo poético de tu obra me pregunté: ¿Alguna vez fui ese? Pero después, como Neruda, me respondo: Confieso que he vivido.
    Seguiré leyéndote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Osvaldo, buenas tardes, agradezco tu visita,tu comentario es un regalo para mi trabajo.

      Saludos.

      Eliminar