Estamos en la fila para el último viaje
lo he sentido en la piel y en tu opaca mirada,
con los preparativos de tanto papeleo.
Lo triste es que nos vamos cargados de demonios
por las guerras perdidas.
Con huecos en las manos y genes amputados,
almas peregrinando y anhelos inconclusos.
Tomados de la mano seguimos el sendero
ya con pasos cansados, sin luz en nuestros ojos
por la lápida helada que sofoca latidos
en sus torpes intentos de dar vida al presente.
Solo la vieja casa dará fe de la historia
de estos soñadores que tanto trabajaron
por tener su familia con mucha descendencia,
ver nuestra mesa llena de hambrientos comensales.
Las lagrimas amargas se deslizan sin cauce
y van desmoronando nuestra efigie de barro
convirtiéndola en lodo.
Tan solo lo que resta es preparar valijas
empacando tesoros y experiencias.
J.Eugenia Diaz M.
Pues si , bonita, la vida se va desmoronando como esta estatua de arena, muy lograda , por cierto...Debemos esforzarnos por irnos cargados de luz!!!
ResponderEliminarMuchos besitos, con pequeñas lucecitas.
Mi linda amiga M. Roser, la luz de tu compañia en mis trabajos ilumina mi día. Mil gracías por tu calida presencía.
EliminarBesos.
Sólo puede desmoronarse la apariencia... Lo real siempre es!
ResponderEliminarUn abrazo, Eugenia.
Hola Ernesto querido,muchas gracís por pasar y dejarme tu huella.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Eugenia,
ResponderEliminarMe gusta pensar que en mi último viaje, llevaré la maleta llena de aprendizajes, de pruebas superadas, de ilusiones vividas y de amores eternos que volveré a ver en la siguiente parada.
Besotes.
Holaaa mi querida Maria Eugenia, que lindo tener tu compañía no te puedes imaginar lo feliz que me hace tu visita.
EliminarBesos con un gran abrazo.