Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

jueves, 19 de febrero de 2015

¿Qué hiciste?

Qué pena
haber vivido el duelo y sepultar
las promesas
al percibir aroma de otro aliento
justo en la comisura de tu boca
-aljibe en donde laten moribundos
unos besos de antes-.

Y tener que
sobrevivir desnuda de tus manos
esquivando las balas amargas y morbosas
de gente acomedida,
enraizada tejiendo horas al viento.

¿Qué hiciste
de los amaneceres que pasé
bebiendo de tu nombre y su sabor a sal
al buscar tu silueta en nuestro lecho?

Ahora
que estas tan vulnerable, golpeado
por la vida me dices que me amas,
ahora
que no existen amigos de juerga
ni amigas de bolsillo.

Sigo aquí
tan presente en el cuerpo,
y el alma sepultada
congelada la piel.

J.Eugenia Diaz M.

6 comentarios:

  1. Triste realidad, a veces...

    Gracias por tu visita.

    Un abrazo

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    1. Una realidad ya muy recurrente en la actualidad, lamentablemente.

      Gracias por tu visita.

      Besos.

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  2. Respuestas
    1. Lo que no mata te hace fuerte...dicen por ahí.

      Gracias por tu visita.

      Besos.

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  3. Palabras de sentimiento que reflejan situaciones de vida... Y que sólo los protagonistas son capaces de conjugar.

    ¿El final de la historia? Puede ser cualquiera. Incluso el impensable... Si es para el bien de ambos, bienvenido!

    Sobre esto no hay nada escrito.

    Eugenia, un gran abrazo. Bonito poema.

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  4. Sobre este tipo de historias no hay nada escrito como bien dices, solo el tiempo lo decide.


    Abrazos, gracias por visitarme.

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