Del débil abogada,
tus pasos son de luz,
el sol en tu mirada
y en tus labios persisten
sonrisas de esperanza.
Tus manos extendidas
a quien lo necesite,
ese corazón tuyo
con tanto amor al prójimo.
Tú no eres de este tiempo,
en ti no habita el mal
y yo que soy tu madre
estoy agradecida
por escoger mi vientre
para que te acunara,
mis manos para guiarte.
Eres luz en mi vida
orgullo en mi mirada
-Mi mujercita grande-
Te amo mi abogada.
(Dedicado a una gran mujer
y compañera en mi vida: mi hija Liliana)
J. Eugenia Diaz
Me parece muy justo y amoroso por tu parte, que dediques un homenaje a tus dos hijas por igual...Una está en el cielo y la otra junto a ti, dando lo mejor de si misma en su profesión...Te dejo mi abrazo inmenso y mi cariño, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
PD: Ya informo a Mª del Carmen de lo que me dices, tranquila, amiga.
Precioso , amiga...La vida te arrebató un angelito de tu lado, però tienes a otro, tu hija Liliana, tu fiel companyera, en los avatares que el tiempo nos va poniendo en el camino y que comparte contigo los más tiernos recuerdos...
ResponderEliminarMuchos besitos , guapa.
Hola, Eugenia
ResponderEliminarEs precioso. Un regalo muy bonito lleno de amor, comprensión, orgullo. Enhorabuena a las dos, por teneros y amaros.
Besotes.
Que precioso homenaje!!! Me emocionó leerte.
ResponderEliminarTe agradezco la visita y me alegra que nos hayamos cruzado.
Seguimos en contacto. Un abrazo.