Huellas gastadas

Me tuve que colgar de los recuerdos
al caminar las huellas tan gastadas
que dejaron mis pasos sin memoria
y ausentes de colores los paisajes.

domingo, 23 de junio de 2019

Memorias de viajes:parte 1



Vivian se dirigía a un famoso café de Lisboa. Se lo habían recomendado por lo delicioso de sus pasteles, en especial los llamados “Pastéis de Belém” ya que en el café utilizan la receta secreta originaria del *Monasterio de los Jerónimos que fue cerrado en el año de 1834. Vivian iba a disfrutar las dos cosas: el Pastéis de Belém y una visita al monasterio.
Mientras caminaba admirando la variedad de azulejos en las banquetas, sonrió al observar los tenis Converse que calzaba ya que eran unos tenis que no le agradaban mucho, pero en ese momento sus pies se lo agradecían por lo relajados que iban, cuando, de pronto, una fina lluvia empezó a caer. Aunque las personas corrían a refugiarse bajo los techos de los negocios, Vivían solo subió el cierre de la chamarra y siguió su camino con las gotas de lluvia escurriendo por su cabello y cara; estaba ansiosa por llegar a la cafetería y probar esos pastelillos de yema de huevo, hojaldre y nata.
El aroma a café y panecillo recién horneado invadió su olfato ¡Por fin había llegado! Disponiéndose a saborearlos entro a la cafetería mientras afuera la lluvia dejaba caer sus gotas con nostalgia en el cristal de las ventanas.
Sacudiendo su cabellera se dirigió a una pequeña mesa para dos en una esquina del negocio; no esperaba a nadie, solo al sonriente mesero de cabellera gris que se acercaba a ella con una tetera llena de humeante y aromático café. Enseguida ella le pidió la especialidad del negocio, los Pastéis de Belém.
El ruido de las tazas y el murmullo de voces invadió los oídos de Vivian mientras se disponía a dar una mordida a ese delicado pastelillo y, al hacerlo una gota de nata deslizò por la comisura de su boca para ser recogida de inmediato de inmediato con la punta de la lengua.  Vivían abrió los ojos sorprendida por el sabor que había quedado en su boca sin haber tenido el pastelillo dentro de ella.
Todo había sido solo un sueño, porque Vivían era una aficionada a viajar con la imaginación como si ese tipo de viajes fueran completamente reales.
*El Monasterio es un monumento emblemático de Lisboa y cuenta con una tradicional decoración con azulejos azules.




Camino en las cornisas buscando los pedazos
de este puzle incompleto,
como mujer de sombras huyendo del vacío
me deslizo en silencio y viajo siempre viajo,
en un intento vano de alejar los barrotes
que mi mente me encierra.

Respiro los caminos, la gente y sus vivencias
me acerco de puntillas a los sabios ancianos
necesito consejo, un sahumerio quizás
que despeje la niebla y sacuda las hojas
donde late la vida de una nueva mujer
que viaja y deja huella alejando lo oscuro.

J.Eugenia Diaz M.
23/06/2019

9 comentarios:

  1. El poema es precioso, Euge. El relato también, pero tendrías que hacerle algunas correciones de puntuación. Te pongo un ejemplo:

    "Vivian se dirigía a un famoso café de Lisboa. (punto) Se lo habían recomendado por lo delicioso de sus pasteles, en especial los llamados “Pastéis de Belém”. (punto) En el café utilizan la receta secreta originaria del monasterio de los Jerónimos, (coma) que fue cerrado en el año de 1834."

    Espero no te moleste la sugerencia, la puntuación le da ritmo a un texto.
    Un abrazo enorme.

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  2. Hola mi querida Mirella, muchas gracias oor pasar y por tus acertadas correcciones, que penaa debi haberlo posteado antes en el talle de critica iteraria Ultraversal.
    Seguire tus sugerencias y lo corregire.
    Besitos.

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  3. Hay que ver la de cosas que tuvo que aguantar para comerse el pastel soñado...Supongo que valió la pena!Aunque solo fuera un sueño. También es una bonita manera de viajar...Quizás los viajes en sueños sean una forma nostálgica de hacer-lo.
    Precioso el poema.Todos necesitamos cosas, sobrtodo consejos para ir por la parte de la vida donde brilla la luz.
    Un beso grande , amiga.

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    1. Hola mi querida M.Roser, la mente es muy poderosa nos ayuda a volar,a viajar y hasta saborear pastelillos ;)
      Gracias por tu cálida visita.

      Besitos.

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  4. La imaginación es una herramienta más que utilizamos para navegar en las corrientes de la vida.

    Abrazos Eugenia.

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    1. Hola Ernesto, agradezco tu compañía y si la imaginación es maravillosa cuando la sabemos emplear sin hacernos daño.

      Saludos y abrazos.

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  5. Lisboa... qué ganas de conocerlo... me ha encantado tu relato.

    Y la poesía es bellísima, Eugenia, viajando sobre la fantasía.

    Besos enormes.

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    1. Hola Maria Dorada, encantada con tu comentario y compañía y muy agradecida.

      Besos y abrazo.

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  6. Muy buen relato Euge! El final sorpresivo refuerza el texto.
    También el poema me gustó.

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